
Según el nomenclátor de Barcelona, ya está documentado el nombre de carrer de Pedrixol en el año 1340. Según parece, petritxol proviene del corrupción de la palabra pedritxol, que hace referencia a un pedrís (o pedrixol) que interrumpía el paso de los carruajes en la entrada de la misma, aunque otras fuentes apuntan a que era el nombre de la familia que poseía las tierras donde está ubicada o incluso a la adulteración de la palabra portitxol , nombre equivalente a portalito o portal pequeño. La mayoría de sus casa fueron construidas durante los siglos XVII y XVIII, y en 1959 se convirtió en la primera calle peatonal de Barcelona.

Lo primero que me llamó la atención fueron la A y V superpuestas sobre un escudo en todas las numeraciones de los portales. Como se puede imaginar quien bien me conoce, por un momento me parecieron ver ¡compases y escuadras masónicos! Sin embargo un comerciante del lugar me explicó, muy amablemente, que era el anagrama de la Asociación de Vecinos del carrer Petritxol i la plaça del Pi, además, la más antigua de toda España - no lo he podido contrastar - y que fue perseguida en tiempos no muy lejanos por supuestas reuniones clandestinas en contra del régimen.
En las mayólicas quedan reflejadas claramente la activa vida social de la calle en cuanto a fiestas, bodas y bautizos que tuvieron lugar, gracias a la cantidad de granjas-chocolaterías. Aún hoy puedes disfrutar de La Pallaresa (nº 11) y Dulcinea (nº2). Asimismo diversas placas conmemoran el nacimiento, muerte o, simplemente, la presencia de varios personajes famosos entre ellos Montserrat Caballé que tuvo su estudio de ensayos en el nº11 o Moratín que vívió en algún lugar de esta calle.
No hay que olvidar la sala Parés (nº 5), galería de arte que abrió en 1840 y donde expusieron sus obras de arte artistas tan reconocidos como Pablo Picasso, Santiago Rusiñol, Ramón Casas o Isidre Nonell.
¿A que esperas para visitarla?